¡Bienvenido/a de nuevo! Si estás leyendo esta entrada, es muy probable que lo hagas porque la primera parte te dejó buen sabor de boca.

Gracias por tu fidelidad.

Por si acaso te incorporas ahora a esta serie de dos artículos sobre habilidades en la venta que te hacen diferente, aquí tienes el enlace a la primera entrada.

Lo prometido es deuda. Vamos a completar esa lista que te convertirá en un/a vendedor/a premium. Las habilidades que vimos en la anterior entrada son confianza, anticipación, guía y tranquilidad a las que sumamos:

Experiencia

El cliente ha de tener claro en todo momento que tú dispones del suficiente grado de experiencia y que sabes de lo que hablas. Pégate a profesionales que estén dispuestos/as a enseñarte, con generosidad, todo lo que han aprendido a lo largo de su trayectoria. Deja que te inspiren las experiencias de éxito probado.

Reconocimiento/recompensar

Proyecta agradecimiento emocional. Los clientes necesitan tu apoyo y reconocimiento ante el éxito y ante el fracaso para reiterar o no la experiencia. Si quieres gustar, muéstrate cercano/a, da las gracias y no tengas pereza a obtener feed-back: despídete con un «espero que la experiencia sea buena» o «ya me contarás si te ha funcionado» (y que ese deseo no caiga en saco roto, agéndatelo).

Coraje

¿Tienes coraje y determinación? ¿Afrontas riesgos? La negociación en la venta debe estar acotada y manejarse con respeto y prudencia. Al final, el cliente que debe estar llorando todo el día para obtener ventajas, termina por sentirse engañado y utilizado. Si puedes hacer un descuento o tener algún detalle con tu cliente, hazlo y dile por qué. Si no puedes hacerlo, no lo hagas y explica también el por qué. Firmeza y generación de confianza van de la mano.

Empatía y asertividad

Si vendes, el manejo de la comunicación eficaz es imprescindible. ¿Es posible vender sin ponernos en el lugar del cliente? ¿Es factible generar confianza si no empleas lenguaje asertivo? La clara respuesta es no, en todos los casos, sin excepción. Revisa tu manera de comunicar y analiza qué impacto causas en los demás. Tal vez necesites ayuda.

Estas ocho habilidades no se estudian, pero sí se aprehenden, se practican. Nadie es graduado en coraje, ni puede acudir a la Formación Profesional o a la universidad para aprenderlo. Estas capacitaciones hay que entrenarlas, vivirlas y creer firmemente en su importancia a la hora de mejorar exponencialmente nuestro perfil. Ojalá puedas convertirlas en valores inherentes a tu manera de actuar. Ahí será cuando podrás notar sus beneficios.