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Habilidades

Necesitas carisma si buscas influir positivamente en los demás.

Fue el sociólogo Max Weber quien consideró por primera vez que el carisma de una persona le permitía ejercer una forma de poder.

Las personas con carisma presentan habilidades especiales, como la escucha activa o la capacidad de conectar con ese sentido tan magnífico que es el oído, para conseguir con paciencia y tranquilidad, descifrar lo que los demás nos cuentan y así, de alguna manera, lograr que los demás se sientan mejor.

 

Las personas carismáticas son resilientes, aguantan el envite de las circunstancias negativas y, por lo tanto, significan un oasis de paz para otras. Son personas que reconocen sus debilidades, que generan en otros un sentimiento de comodidad dentro de la normalidad. Dejando de este modo implícito un margen de mejora y aprendizaje que nos acompaña indiscriminadamente a todos.

Son personas de mentalidad visionaria y creativa. Tienen un desarrollado ingenio que les ayuda a pensar y actuar de forma distinta (pero adecuada) conforme al resto. Esto hace que sus soluciones sean percibidas por los demás como innovadoras y únicas.

La discreción es parte de sus armas, mantienen internamente para sí, aquello que los demás se atreven a revelarnos de manera individual. Son personas flexibles y adaptables miméticamente al cambio, percibiendo casi todo lo que ocurre como una oportunidad, más que como un problema, proyectando por lo tanto cierto grado de optimismo.

No se comparan, cuidan su imagen interior y exterior, se autocontrolan y tienen una elevada autoestima. 

Si quieres alimentar el carisma, basta con hacer un poquito de ejercicio diario, aprender a comunicarse con los demás, conocerse a uno mismo de manera espléndida, reconocer los éxitos de otras personas e interesarse, de forma genuina, por cómo se sienten los demás. 

Se trata, en definitiva, de invertir en el BREL (el Banco de las relaciones). Siendo abierto, respetando la individualidad de cada uno y sin ocultar que, como humano que eres, también eres vulnerable. Que no te cueste reconocerlo.

En el liderazgo moderno el carisma toma fuerza como una habilidad deseada y buscada, casi que entrenada, por los/as líderes actuales. Forma parte de un reconocimiento externo que modela la forma de dirigir tareas y que, sin lugar a dudas, mejora las relaciones interpersonales.

Déjame, si me permites que te ayude, a tener más carisma.  Entrena los siguientes 10 puntos y algún día alguien te lo reconocerá:

  1. Busca tu propia marca personal, eres un ser único, no imites.
  2. El miedo es la antesala de los pesimistas, se atrevido.
  3. Ríe y haz reír, es contagioso y lleva felicidad a los demás 
  4. La mente siempre abierta, los demás verán en ti una ayuda y un hombro especial.
  5. Allá donde estés busca el compromiso: “Es lo que convierte una promesa en una realidad”- Abraham Lincoln.
  6. Busca la sensibilidad, mira dónde y con quien te encuentras.
  7. La proactividad, que no la hiperactividad, es imitable y seguida por los demás, búscala.
  8. No sobreprotejas a nadie, dale valor, empodéralo.
  9. Júzgate a ti mismo, nunca lo hagas con los demás.
  10. No te quedes con tu sabiduría, enséñala.

Es posible que después de hacer todo lo posible por ser carismático/a, nadie lo vea, esto es parte del juego del carisma, tu no decides serlo, te lo entregan los demás. 

Mucha suerte, estás en el camino.

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